¿Es necesario este blog náutico?

Posiblemente no. Ya existen muchos y, algunos, muy buenos. Pero cada día, como periodista, Director de la revista Navegar y del portal Navegar.es, me vienen a la cabeza comentarios a hacer sobre infinidad de temas, a veces, muy dispares, polémicos y banales... ¡o no tan banales!
He decidido no callármelos, aunque me vaya de orzada. Gracias.

jueves, 11 de febrero de 2010

¿La prensa? Ah sí, los de la prensa...


El lunes 8 de febrero media redacción nos fuimos a Valencia para cubrir el supuesto primer día de competición. Y como ya se preveía lo que finalmente sucedió, es decir, que el barlovento-sotavento de 20 millas se aplazó por falta de viento, no nos quedó más remedio que trabajar en el centro de prensa. Allí hicimos tiempo analizando la situación con los colegas, colgando la última hora y las fotos en Navegar.es y retratar el buen ambiente que se respiraba en el bonito edificio Veles e Vent. Un ambiente divertido lleno de forofos del Alinghi y alguno suelto, ¡incauto! del BMW Oracle.
Desde el aplazamiento dictado por el Comité de Regatas, comunicado sobre las 13:50 h, hasta las 16:30 h aproximadamente, es lo que tardó en entrar por el canal el imponente Alinghi lloviendo incesantemente todo ese tiempo.
Allí me animé a ir a la “zona mixta” que es donde se pueden obtener unas primeras declaraciones con la tripulación y saber de primera mano que es lo que ha sucedido.
¿Y dónde estaba instalada la zona mixta?
Dónde iba a ser, en el exterior, bajo la lluvia, ¡claro! Tras más de 3 horas de espera, por supuesto, no había habido tiempo de preparar un “set” bajo cubierto donde acoger a los periodistas. La mayoría sufridos cámaras con sus presentadores, reporteros radiofónicos, fotógrafos, o personas como yo, responsable de una revista náutica. Imaginaros metidos en esa maraña de cables, trípodes y mala leche por coger el mejor ángulo posible de Jack Katzfey, meteorólogo del equipo, luego del consagradísimo Vrolijk, el jefe del equipo de diseño del catamarán, y más tarde el propio Ernesto Bertarelli, el magnate artífice del imponente catamarán y, para muchos, del enorme embrollo durante estos dos últimos años de la competición más antigua del mundo. ¡Kafkiano!
¿Era realmente necesario hacer el trabajo mojados como pollos?
Tras ver el percal, sólo me quedó el triste consuelo de constatar que esto no únicamente pasa en España al oir como un cámara británico despotricaba ironicamente a diestro y siniestro contra el equipo:
"It couldn’t be worst, it’s only the press out here"

No hay comentarios:

Publicar un comentario